Vamos a distinguir los elementos esenciales del contrato para determinar su importancia en los acuerdos legales y cotidianos.
En la vida surgen situaciones incómodas, por ejemplo, imagina que deseas comprar una casa, pero después te das cuenta de que la persona que intenta vendértela, legalmente, no es dueño de ninguna vivienda. ¿Consideras que sería adecuado proseguir con el trato? ¿Tendría validez ante la ley cuando no existe la propiedad sobre la cual se pretende realizar el acuerdo de compraventa?
Debido a casos como el anterior es necesario que tengas conocimiento sobre los elementos esenciales que debe tener un contrato para que éste sea válido.
Otro momento inoportuno puede ser cuando alguien trata de vender un bien o un servicio a la fuerza a otra persona quien no lo había solicitado y ahora se le está comprometiendo a pagar por ello. ¿Cómo te sentirías si te pasara lo mismo? ¿Es ésta una forma correcta de proceder?
Así como el cuerpo humano se encuentra integrado por órganos irremplazables como el corazón, el hígado y el cerebro, un contrato también cuenta ciertos aspectos indispensables.
Así pues, en lo que concierne a México, la ley, la jurisprudencia y la doctrina han establecido los siguientes elementos fundamentales:
Jurisprudencia: Ciencia que estudia el derecho legal
Doctrina: Conjunto de ideas que se imoparten como enseñanza
Los cuales, de acuerdo con Moraga (2013), son aspectos esenciales, por lo cual no se debe prescindir de ellos, ya que si así fuera anularían el acuerdo.
En la vida diaria existen muchas decisiones importantes que sencillamente no pueden efectuarse sin la aprobación de los involucrados, esto es a lo que Moraga (2013) denomina consentimiento pero, ¿qué implica este término?
Esta acción implica que la voluntad de las partes se una para llegar a un común acuerdo con el objetivo de crear, transmitir, modificar o extinguir los derechos y obligaciones, de acuerdo con las necesidades de cada situación.
Ahora imagina que rentas una casa o departamento y, sin previo aviso, el propietario te dice que te ha incrementado el costo de renta; si esta acción se llevó a cabo sin tu consentimiento, ¿podría decirse que es jurídicamente legal?
Esta acción no podría ser legal debido a que no existió el consentimiento de una de las partes, en este caso, la víctima del cobro.
Ahora bien, este aspecto puede establecerse de las siguientes dos maneras:
Un ejemplo de consentimiento expreso es un casamiento, ya que éste se presenta de forma escrita ante la presencia de testigos, por lo cual no puede existir lugar a la duda ni a la suposición.
Ahora, un ejemplo del consentimiento tácito es cuando se paga el precio de un producto en un establecimiento comercial, ya que en dicha interacción no hay un contrato firmado, pero se supone que cada cual cumplirá con lo que le corresponde para llevar a cabo el proceso adecuado de compraventa.
Imagina que para todas las actividades que realizas diariamente se tuviera que firmar un contrato, ¿puedes pensar en un individuo haciendo esto al comprar un litro de leche en el supermercado? Quizá se perdería mucho tiempo, ya que se trata de interacciones muy simples, sin embargo, cuando se toman decisiones más elaboradas, tal vez lo más prudente sea recurrir al consentimiento expreso. ¿Qué opinas al respecto?
A continuación se muestra un caso donde unas de las partes implicadas no accede a efectuar el contrato, presta atención:
Al respecto, el artículo 2224 del Código Civil Federal (2018, p. 204) estableces que “el acto jurídico inexistente por falta de consentimiento o de objeto que pueda ser materia de él, no producirá efecto legal alguno”.
De esta forma, el no llegar a un acuerdo tendrá como consecuencia la inexistencia del contrato y, a su vez, el convenio no tendrá efectos jurídicos, es decir, no producirá derechos ni obligaciones entre los involucrados.
Éste es un elemento de gran relevancia dentro de los contratos, por lo que el artículo 1824 del Código Civil Federal (2018) señala los siguientes detalles:
Ahora bien, el objeto del contrato puede referirse a los siguientes aspectos:
Cosas físicas, como coches o casas.
La realización de determinados hechos como, por ejemplo, la prestación de un servicio profesional.
Aunado a ello, cuando se trata de objetos físicos, éstos deben reunir las siguientes características:
El objeto necesario para el contrato de compraventa debe ser real.
Debe determinarse en cuanto a peso, calidad y cantidad.
Debe estar en el comercio, esto significa que no se pueden vender cosas imposibles como el sol o la luna.
Por el contrario, cuando el objeto en los contratos consiste en un hecho positivo, es decir, se trata de hacer algo o de no hacer nada, deberá reunir las siguientes características:
Ser Posible
Por ejemplo, las partes no pueden pactar que una de ellas se obliga a rediseñar la naturaleza de un objeto que ya está fabricado de tal manera.
Ser Lícito
No es posible, por ejemplo, contratarse la compraventa de drogas o personas, puesto que es ilegal.
Así pues, ya sea una cosa o un hecho positivo o negativo, todo objeto debe ser lícito y, además, para que pueda efectuarse una compraventa, las partes que intervienen deben estar de acuerdo y saber qué es lo que se venderá y comprará.
Lícito: Permitido por la ley
Analiza el siguiente video, en el que una de las partes no recibe el objeto determinante que originalmente estaba estipulado:
Nota: Es bueno saber que nadie puede obligar a otro individuo a aceptar un acuerdo sin su consentimiento y que, si así sucede, no habrá contrato que proceda ante la ley, por lo que no se estará obligado a realizar pagos por tal objeto.
Ahora bien, es importante que se tome en cuenta la existencia de un objeto legal y comerciable pues, ¿te imaginas todos los casos de fraude que podrían presentarse si la ley no estipulara este requisito antes de la compraventa de un bien o servicio?